La depresión es una enfermedad mental que afecta a millones de personas en el mundo. Se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza y falta de interés en actividades cotidianas. Esta condición no solo impacta en el estado de ánimo, sino también en el pensamiento, el comportamiento y la salud física en general.
Las causas de la depresión son diversas y complejas. Si bien la genética puede desempeñar un papel en la predisposición a esta enfermedad, factores ambientales, experiencias traumáticas, desequilibrios químicos en el cerebro y cambios en el estilo de vida pueden contribuir a su desarrollo. Es importante entender que la depresión no es simplemente sentirse triste por un período corto de tiempo, sino más bien una condición médica seria que requiere atención y tratamiento adecuado.
La depresión se produce por alguna alteración cerebral que puede tener un efecto o una consecuencia en el funcionamiento del cerebro, su tratamiento puede implicar una combinación de terapia psicológica, medicación y cambios en el estilo de vida, indica el neurólogo Mario Camargo.
Para el especialista es fundamental hacer ejercicio, tener una mente positiva y contar con una buena alimentación diaria e ingerir alimentos ricos en triptófano, un aminoácido que se encuentra en alimentos como la carne del pollo, huevos, lentejas, entre otros; al llegar al intestino éste se transforma en melatonina y serotonina. La serotonina es la hormona de la felicidad y la encargada de eliminar la depresión de nuestra vida, mientras la melatonina regula el ciclo del sueño y vigilia.
Camargo considera que una alimentación adecuada puede beneficiar la salud del cerebro de diversas maneras. “La relación intestino – cerebro es directa y adoptando hábitos alimenticios saludables no solo proporcionamos los nutrientes necesarios para el funcionamiento óptimo de nuestro cuerpo y mente, sino que también podemos contribuir a una sensación general de bienestar y vitalidad que contrarresta los efectos debilitantes de la depresión y al mismo tiempo evitar otro tipo de enfermedades como el cáncer”.
Asimismo, es muy bueno tener una dieta saludable para proteger nuestro cerebro y para el sostenimiento de las neuronas. Además, es fundamental consumir vitaminas y minerales de manera natural, que aportan nutrientes fundamentales.